MI HISTORIA...

En 1991, mi pareja y yo nos marchamos de nuestra California natal a España, con nuestras nuevas carreras, mochilas, bicicletas y mucha esperanza a las espaldas. Yo era abogada y él era quiropráctico. Yo no hablaba ni una palabra de español y no conocía a nadie en todo el país…

Pero no pasó mucho tiempo antes de que España nos enseñara su encanto; a finales de ese mismo año ya sabíamos que aquí era donde nos queríamos quedar. Dos años más tarde, abrimos una de las primeras consultas quiroprácticas de la ciudad de Barcelona. Mi pareja trabajaba con los pacientes mientras yo trabajaba en la gestión y administración de la clínica. No me imaginaba que esta experiencia me permitiría, más tarde, crear nuevas consultas por mi cuenta y enseñar a otros a hacer lo mismo.

Trabajar como asistente en nuestra primera clínica fue una experiencia inesperadamente profunda para mí. Fui testigo de los increíbles cambios que los pacientes experimentaron en sus vidas a través de la quiropráctica y la difusión de la conciencia y conocimiento de la quiropráctica se convirtieron rápidamente en mi pasión. En el plazo de un año, fui cofundadora de la primera asociación española de pacientes quiroprácticos (Asociación Pro-Quiropráctica Española) y me convertí en una experta explicando los beneficios de la quiropráctica, tanto a los pacientes que participaban en nuestras charlas de salud semanales, como a aquellos que tratamos en los viajes humanitarios organizados mientras descubríamos África. Ser pionero en la profesión quiropráctica y su legalización en España ha sido una de las experiencias profesionales más valiosas de toda mi vida.

Pasaron 10 años hasta que finalmente supe que quería ser quiropráctica. A los 45 años, me convertí en una de las primeras estudiantes y luego formé parte de la primera promoción de graduados del Barcelona College of Chiropractic (BCC). Hoy en día, sigo trabajando en mi tercera consulta en Barcelona poniendo un énfasis especial en los pacientes más mayores. Tengo el honor también, de ser profesora y encargada de captar nuevos alumnos para BCC. Además disfruto de un momento en el que sigo avanzando profesionalmente y participo en proyectos internacionales siempre que tengo la oportunidad.

Pasaron 10 años hasta que finalmente supe que quería ser quiropráctica. A los 45 años, me convertí en una de las primeras estudiantes y luego formé parte de la primera promoción de graduados del Barcelona College of Chiropractic (BCC). Hoy en día, sigo trabajando en mi tercera consulta en Barcelona poniendo un énfasis especial en los pacientes más mayores. Tengo el honor también, de ser profesora y encargada de captar nuevos alumnos para BCC. Además disfruto de un momento en el que sigo avanzando profesionalmente y participo en proyectos internacionales siempre que tengo la oportunidad.

Criar a mis hijos, acompañar a mis padres durante la vejez y vivir en este mundo lleno de desafíos, me ha hecho comprender que disfrutar de una buena salud es vital para vivir plenamente a cualquier edad. Por ello, me levanto todos los días emocionada por ayudar a las personas a vivir mejor de lo que nunca pensaron que sería posible.